Somos todo lo que podemos, todo lo que tenemos. Y aún así, la belleza del mundo que nos hacen contemplar no deja lugar si no a mentiras, obstáculos y violencia.
Somos lo que nos han hecho a lo largo de la vida, y mientras esta traspasaba fríamente el umbral de la indiferencia, hemos evolucionado. Hemos cambiado. Nos hemos transformado en algo que no éramos. En una mera sombra de lo que nos esforzamos por ser y finalmente hemos terminado por olvidar.
Nos hemos adaptado.
Luchando día tras día para olvidar cuáles eran nuestras metas, que cuentos nos definían, nos elevaban. Intentamos dejarlo todo atrás, comenzar de nuevo. Construir una nueva vida a partir de los fragmentos de nuestro pasado.
Por eso estamos aquí, protegidos contra el resto de la sociedad, pensado que nuestra magnificencia se basa en la simplicidad de neustras vidas y metas... Parte de una cadena que odiamos, que desprestigiamos y difamamos.
Ya no existe el cambio.
Es una ilusión, una mentira.
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