viernes, 17 de junio de 2016

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La leyenda cuenta que estaba de pie, orgulloso sobre el campo de batalla, sin prestar atención a sus heridas ensangrentadas.
Que se rió de la muerte apretando los dientes y dándoles la bienvenida con los brazos abiertos.
Pero esto no es una leyenda.
Está tan quieto, tan silencioso... con heridas que ningún mortal podía sobrevivir.
Pero mira... ¡vive!

"¿Estoy muriendo?
¿Es esto la muerte?
¿Una flor de cerezo que flota en medio de otras flores?"

¡Que visión tan gloriosa...!
El estruendo de las legiones cuando la guerra llegó, dura y cruel.
El acero cantó como ruiseñores, y los sauces luminosos se inclinan susurrando relatos.
Podía oler la lucha, y los heridos gimiendo en el campo de batalla, al lado de los muertos, sin hogar como la brisa.
No recuerda nada de lo que realmente es.

"Ha sido una buena lucha. Si es mi hora de morir..."

Bien... No importa.

"Entonces, sayonara. Es un buen lugar para morir."

Aprenderá a tiempo.

Será una lección difícil.
Oh, ¡Los planes ya están reservados para el!
No tiene ni idea de que su destino ya está sellado.

"Puede que ahora Kannon-sama (la diosa budista de la piedad) se me aparezca."

Pero miremos... y espera.

"¿Truena?
No... no truena..."

No, no es tronar lo que escuchas... Son las bestias forzadas a cabalgar, más allá de su resistencia... hasta el agotamiento.
Cada aliento es una corriente calurosa que sale de lo profundo de su garganta abrasada.

"¡Regresan!
¡Los bastardos vuelven!"

¿Qué samurai no ha notado el palpitar de su corazón desbocado al dirigirse hacia la muerte escuchando el tronar de las pezuñas y el chirriar del cuero mojado?

El ruido estridente del golpear sobre los cuerpos que recubren los campos resuena de la misma manera que el batir de las alas oscuras del ángel sombrío.

Algunos sobreviven a lo peor, y se preguntan sobre su buena fortuna.

"¡Nadie!
No puedo creer que esté ileso.
¿Cómo es posible?
Tengo sangre seca sobre mis manos y mi pecho, pero ni una cicatriz.
El sol se está poniendo. Pronto hará frío.
Debo partir. Si regresan no seré tan afortunado otra vez."

A algunos la fatalidad los persigue a través de sus vidas y aún se plantan impasibles ante su caricia cruel.
Y los que están cerca de ellos son golpeados en su lugar.

"¡No!
¡Daigoro... no!"

Muchos morían en tus brazos. Tus manos estarán manchadas por la sangre de muchas batallas y recorrerás las naciones como un niño. Pero mis nevadas limpian todas las almas, las encontradas y las perdidas.

"Amigo mío..."


"Netsuke"
Wolverine

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