Retumba en mi interior con la fuerza de un volcán.
Un fuego inmortal e intenso que seguirá ardiendo por siempre.
Soy la voluble lava, orgullosa y rugiente. Siento aquello que soy y que me ha convertido en ello.
Anhelo aquello que me destroza y me congela. Aquello que me deshace, un fuego intenso siempre ardiendo.
Y moribundo, poco a poco desaparezco y odio todo lo que me convierte en lo que soy. El mundo cambia y los años pasan. Y no crezco con el. Amargo y purifico mi dolor para ver quien será el próximo que me haga caer.
Mi color y mi calor se extinguen. Mi legado es pobre y marchito, mi recuerdo un breve suspiro.
Pero mientras pueda, seguiré alimentándolo con el combustible que proporciona mi propia mente.
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