jueves, 11 de febrero de 2016

Apología a la razón

Muéstrate como eres.
Siéntete como debes,


Debes ser libre para elegir.
Debes ser lo que estás destinado a ser.
El destino no está escrito.

Eres capaz de ser lo que desees.
Si te esfuerzas, podrás conseguir lo que te propongas.


Una doctrina peligrosa.
Un método de enseñanza y aprendizaje cíclico que nos lleva siempre al mismo punto: "¿Quién soy?","¿Qué quiero?", "Tengo que ser esto que tanto me gusta", "Se lo debo a alguien, algo".
La sociedad me purga mis metas en pro de lo que no estoy dispuesto a hacer, o de lo que estoy dispuesto a sacrificar-

Por desgracia, no estoy dispuesto a sacrificar todo lo que soy o lo que estoy dispuesto a ser, lo que anhelo, lo que busco o lo que quiero únicamente por el simple hecho de necesitar ser alguien para los demás.


Hoy no se esfuerza el ciudadano medio para progresar como persona, se esfuerza para presumir. Para alimentar su ficticio ego de papel frente a los demás. Su frágil y penoso sentimiento de poder.


No es cuestión de "demostrar", es cuestión de "saber".
No es cuestión de "alimentar", es cuestión de "crecer".
No es cuestión de "superioridad", es cuestión de "disfrutar".



Y no estoy dispuesto a dejar de disfrutar de todo lo que me hace disfrutar sólo por el simple hecho de que un ser superior, un ente llamado sociedad, provecho y futuro necesite de mí mi amor propio y diversificación para sentirse saciado.

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