viernes, 21 de diciembre de 2012

Arena

Silencioso, suave, meloso, cauto, tranquilo, disperso, resuelto, sencillo, devoto, astuto, callado, alegre, depresivo, sincero, jovial, responsable, despierto, eficaz, directo, ligero, amante, pasional, romántico, infantil...



No existen apelativos suficientes para conseguir al hombre perfecto... 
Afectuoso, respetuoso... son sólo algunas de las cualidades por las que son elegidos, según ellas, los jugadores para compartir un camino de risas y lágrimas con cada una.

Quizá parezca demencial la forma en la que el ser humano necesita catalogar a todos y cada uno de ellos para intentar entender de que forma y en que medida serían capaces de encajar ambas piezas y elegir, curiosamente... Las que no encajan nunca.

Sinceramente, comprendo y entiendo, que tipos de patrones queréis encontrar en aquel mal llamado "hombre de vuestros sueños", pero creo que para hacer un patrón, la lógica induce a pensar que quizá, y sólo quizá, deberían de intentar encontrarlo, y no, en lugares y momentos, hacerse las desvalidas y fingir sorpresa de algun tipo, al llegar y llorar por una ganancia a largo plazo.

Esto es, simplemente, que las mujeres sois idiotas.

No queréis un hombre que os cuide, que os tenga en cuenta, que os libere, que os pregunte... Tan sólo buscáis alguien a quien agarraros a la deriva, hasta que os lleve a hundiros y acabéis chapoteando en la superficie. No aprendéis a nadar. No os interesa buscar una orilla, un madero más grande. Queréis algo que no tiene futuro, algo que no dura, algo que no os sirve. Tenéis algo que no tiene futuro, que no dura, que no os sirve.
Pensáis que es definitivo, mientras el agua entra por vuestros oídos, y os encharca los pulmones poco a poco.
Es tan detestable que se define con una sola palabra: Idiotas.



Buscáis algo totalmente opuesto. Queréis sentiros únicas, porque de ninguna otra manera podríais sentiros plenamente libres e independientes, y fingís que la cosas va bien mientras la madera llena de gusanos y termitas roen y pudren.
Queréis pensar que si lográis algún tipo de cambio en ese espécimen, estaréis completas, así entendéis que el lo ha hecho por vosotras y vuestro afecto está justificado.

Una mentira, una falsa imagen, una ilusión de perfección imperfecta porque os han enseñado que no existe, que hay que modelar un bloque de piedra para que parezca cristal. Que el trabajo duro trae premios. Que no se puede hacer más que con otro material. Que no podéis soplar vidrio, que tenéis que sobrecargar una piedra eléctricamente hasta hacerla brillar.


No comprendéis que la similitud es perfecta, y que no se debe tocar. Que una piedra nunca se convertirá en cristal. Que si lo consigues no es un logro, es una mentira, es un tiempo desperdiciado.

No comprendéis que no sentís afecto de no ser lo que son.

Preguntaos; "¿que sería vuestro si no fuera vuestra pareja?"
"¿Os conoceríais de algo? ¿Os habría llamado la atención en algo?"
La respuesta suele ser "NO", o "NADA".


Dejad de hacer cábalas con clavos y haced honor a lo que realmente buscáis. Y si no es así, tened el valor de no reclamar algo que no os esforzáis en querer siquiera.

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