miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Que más?

Sientes una quemazón en la espalda. No son miradas reprobatorias, son miradas de suficiencia.

El egocentrismo y el melodramatismo, la mentira y el cinismo se han convertido en un plato de los muchos que cada hemos de ingerir. Por suerte o por desgracia, el mundo sigue girando, con o sin nosotros, pero precisamente por eso es por lo que hay que hacer hincapié.
Cada mentira, cada falsa identidad que vamos creando a nuestro paso nos va quemando cada vez más. A nosotros y no solo a nosotros, si no a todo aquel que no sea lo suficientemente hábil emocionalmente para concretar los roles de la sociedad. 
No hay nada peor que ver a jóvenes pupilos intentando granjearse la estabilidad y la aceptación social mientras con cada palabra se van convenciendo de un papel que los hace vulnerables y huecos. Orgullosos e indignados.

Se nos enseña a mentir, se nos enseña a odiar y se nos enseña a menospreciar cada obra ajena. Si de cada tragedia hacemos un circo, de cada circo, una mentira y cada comentario destila falsedad... ¿Hacia dónde se encamina la sociedad actual?
¿Que objetivos reales tiene la educación y la demagogia que rezuma cada parte de esta juventud?



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