jueves, 17 de abril de 2014

Rapture

Soy Andrew Ryan y tengo una pregunta que hacerte, ¿acaso un hombre no tiene derecho al sudor de su propia frente?. No, dice el hombre de Washington, pertenece a los pobres. No, dice el hombre del Vaticano, pertenece a Dios. ¡NO! dice el hombre de Moscú, pertenece a todos. Yo rechacé esas respuestas. En vez de eso, elegí algo distinto. Elegí lo imposible. Elegí... Rapture.

Esta ciudad no se levantó con hormigón y acero; se levantó con ideas! No era imposible construir Rapture en el fondo del mar. Era imposible construirla en algún otro lugar. 

Un hombre puede elegir. Yo elegí lo imposible. Construí una ciudad donde el artista no tenía que temer al censor; donde los grandes no estaban constreñidos por los pequeños; donde el científico no estaba limitado por la nimia moral. ¡Yo elegí construir Rapture! Pero mi ciudad fue traicionada por los débiles. Así que yo te pregunto, amigo mío, si tu vida fuera el premio, ¿matarías a los inocentes? ¿Sacrificarías tu humanidad? Todos hacemos elecciones; pero, al final, las elecciones son las que nos hacen a nosotros.

No creo en Dios. Pero hay algo más poderoso que todos nosotros, una combinación de nuestros esfuerzos. Una Gran Cadena de la Industria que nos Une. Pero únicamente cuando luchamos en nuestro propio interés la cadena tira de la sociedad en la dirección correcta. La cadena es demasiado poderosa y demasiado misteriosa para que NINGÚN gobierno la guié. cualquiera que diga lo contrario, o te ha metido la mano en el bolsillo o te ha puesto una pistola en la cabeza.

Por qué adorar a un Dios o a una bandera, cuando podemos adorar lo mejor de nosotros: Nuestra voluntad de ser grandes


Andrew Ryan

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