lunes, 9 de abril de 2012

Crítica: Assassin's Creed: Revelations

Bienvenidos de nuevo!
     Hoy os traigo una delicatessen de los juegos de acción de esta generación, entre tanto COD, tanto BF y tanto Minecraft. Os hablo de una saga de videojuegos que está destinada a ser un elenco recomendable, sublime y tan atractivo como lo han sido, por ejemplo, los Devil May Cry
     Estoy hablando de Assassin's Creed y aunque aún no está terminada, me sentía llamado a comentarlo para todos vosotros. Como bien comprenderéis, lo más lógico es hablar del último, aunque no se puede concebir la idea de hablar del último sin hablar del resto.


     Cuando Assassin's Creed entró en el mercado de la mano de Ubisoft, no es que entrara pidiendo paso, como algunos otros títulos (la fuerza de la publicidad), pero sin duda a aquel que se molestó en buscar información sobre el susodicho título se encontró con una apuesta muy atractiva, aunque algunos se quejaron de que era muy repetitivo. Por mi experiencia personal, repetitivo, he de decir que no me ha parecido en ningún momento, ya que contaba con la libertad del jugador de hacer las misiones cuando el quisiera y como el quisiera... Siempre y cuando respetando ciertos límites o ciertas recomendaciones que hacían de la experiencia del juego algo más variado como reto, las múltiples adquisiciones que se pueden hacer a lo largo de la aventura y la libertad de moverte con la máxima libertad humana imaginada posible por entornos de la Tierra Santa del s.XII d.C. con su primer protagonista: Altaïr Ibn La'Ahad.


     Si hablamos de la trama que ha ido evolucionando entrega tras entrega, que de volverse paulatinamente más enrevesada e increíble se ha convertido en una de las mejores historias que se están gestando para un videojuego últimamente, dada la simpleza de la conformidad de los jugadores de hoy en día.


Para cerrar el arco de Ezio Auditore, podéis ver el corto de animación de Assassin's Creed: Embers.
     Assassin's Creed: Revelations es (evidentemente) otro sandbox, con la misma tónica de sus predecesores, en esta entrega contamos con un Ezio algo curradito por la edad, algunos de sus movimientos, aunque sibilinamente ágiles se les puede incluso notar el paso del tiempo, aunque de forma prácticamente imperceptible y en detalles ligeramente nimios. Esto no se si ponerlo como punto positivo o negativo, pero aún así, un Assassin en un asilo no tendría absolutamente ningún atractivo.
     Por parte de Desmond, en esta entrega, tras lo ocurrido en La Hermandad, su cerebro está reventado y, atrapado en La Isla, necesita encontrar un "nexo de sincronización" a lo largo de los últimos días de la vida de Ezio como Asesino, hasta que este no tenga nada más que mostrarle.


     La tónica del juego se sitúa entre la destartalada, desordenada y bulliciosa Constantinopla, el nuevo paraje elegido para situar a su protagonista florentino más carismático, en la cual incrementaron una especie de tower defense para las torres de los barrios/territorios conquistados previamente. Un apunte de dinamismo para hacer un poco más entretenida esa parte (la de conquistar los territorios, ya que algunas veces estos caían con insultante facilidad). Incrementan más pasajes de acción en los cuales debes trepar como una araña con una mecha en el culo, saltos imposibles, despeñamientos épicos y saltos malabares por vigas, paredes, persecuciones en carro...


     La inclusión de bombas en el inventario, cuya intención quizá dejaba de lado el sigilo, pero ni mucho menos, ya que 2/3 tipos de bombas que fabricas están destinadas al despiste, sigilo o desaparición de tu persona de cualquier lugar. Aunque algo que quizás si hubiera sido mejor pulir era la cantidad de los materiales para fabricarlas, hay docemil materiales de cada bomba repartidos por toda Constantinopla, pudiendo fabricar holgadamente muchos tipos de bombas diferentes sin siquiera molestarte en buscar los materiales pertinentes (con sólo decir que al comienzo de la aventura tenía los bolsillos llenos de grava, polvos amarillos, pólvora de diferentes clases y abrojos lo digo todo).
No te sube la notoriedad al robar, hay menos tiendas y más repartidas, encareciendo su reparación según tantas tengas reparadas, evitando que se te sature la pantalla de mapa de iconos, formando un sindiós indescifrable en algunas zonas como en algunas anteriores entregas.


     Un aliciente para el juego es una ligeramente elevada IA de los enemigos, algunos de los cuales te pueden resistir hasta tres cuchilladas de la hoja oculta sin despeinarse casi, zonas con un mayor número de enemigos, más variedad de golpes, de contraataques y armas. Armaduras nuevas (como viene siendo costumbre) más asemejadas a armaduras que a meros "objetos prácticos de defensa vital".
     Tus Asesinos también tienen un papel más ponderante, ya que cada uno antes de entrar tiene una breve historia tras él, dándole una mayor inmersión a cada uno, alguno de los cuales incluso participa en la trama. Sus habilidades suben más rápido (algo quizá mejorable por aquello de la curva de dificultad).


     Un elemento también destacable es el sonido del juego, así como el doblaje a español. La banda sonora se ajusta perfectamente al juego, como un guante, adaptándose a cada situación y llenándote de adrenalina si es oportuno, pasajes lentos y apetecibles... Una obra maestra rozando lo épico en algunos momentos. El doblaje, de lo mejorcito, Assassin's Creed siempre nos trae un doblaje más que correcto.


     Uno de los pocos peros que tiene la franquicia es la duración de sus juegos, aunque intensos, breves. En 15/20 horas te has pasado el juego holgadamente, haciendo las misiones de Desmond, Ezio y Altaïr tranquilamente y sin prisas, además de conseguir unas cuantas armas y armaduras. Aunque el dinero escasea (algo mucho más lógico) puedes adquirir unas 3 armaduras de las 4 o 5 que tiene el juego en sí, aparte de las consabidas mejoras de los cancanes de cuchillos, los aumentos de capacidad de medicamentos, venenos y paracaídas.


     Los gráficos han mejorado discretamente, sobretodo en las expresiones, que han sido mejoradas y potenciadas gracias a "Mocam", la nueva herramienta de captura facial. El resto de gráficos sigue siendo de la misma madre, la ciudad de Estambul, (Constantinopla en aquel entonces) recreada hasta el más mínimo detalle, haciendo que nos introduzcamos en el propio juego, como viene siendo la costumbre en AC, recreando gigantescas ciudades al detalle, 100% explorables.


     Multijugador, multijugador. AC tiene multijugador!
Algunos personajes del multijugador se desbloquean en determinados momentos de la trama del juego, por lo que es recomendable jugarla si queremos desbloquear el 100% del multijugador. Podremos editar nuestro personaje a nuestro gusto, algunos personajes, de ediciones especiales tienen burlas específicas y muertes especiales.

     Algunos de sus modos de juego son:

  • Cacería: Por equipos, en 2 rondas. Dependiendo del equipo en el que nos estemos nos perseguirán o tendremos que buscar a nuestro objetivo y matarlo. En éste modo, tenemos la brújula y nos será más sencillo encontrar a nuestros objetivos. En caso de que seamos el objetivo tendremos que ocultarnos. Es similar al modo Alianza de La Hermandad.
  • Asalto al Artefacto: Habrá que robar un artefacto enemigo y llevarlo hasta nuestro terreno. Cuando estemos en nuestra zona aliada, seremos perseguidor, y como tal, podremos ejecutar a quienes intenten robar ahora nuestro artefacto, mientras que en el territorio contrario seremos perseguidos y tendremos que buscar la forma de que no nos asesinen.
  • Duelo a muerte: Buscamos un objetivo para asesinar mientras un templario nos busca. En este modo no tenemos la brújula, así que tendremos que abrir bien los ojos. La ventaja de este modo es que son en mapas reducidos y cada jugador tiene su personaje único y sin repetición en el mapa.
  • Se busca: Es exactamente el mismo modo de juego que en La Hermandad, damos caza mientras nos persiguen.

Hay unos cuantos modos más para jugar, así que ala, a descubrirlos.


En definitiva, es un juego de acción, aventura, intriga que todo el amante de dichos géneros debería tener o al menos jugar, de las mejores safas de videojuegos que hay en el mercado, una banda sonora alucinante y un buen doblaje al castellano. Un apartado gráfico muy bueno y ciudades hechas hasta el mínimo detalle (Constantinopla en este caso). La duración del juego es su punto flaco, que nos deja con muchísimas ganas de más.