Mientras el lento astro levanta su mirada sobre la ciudad, perezosamente, lentamente, la ciudad comienza a bullir con la actividad de un hormiguero... Mientras el cielo nocturno se rasga y se deshace lentamente sobre nuestras cabezas, sobre nuestros techos, ajenos.
Mientras la luna se retira y el sol se retracta y persigue su estela, el hombre vive solo consigo mismo, bajo el techo mugriento de su propio olvido.
Nunca es tarde para encontrar la razón de su papel dentro del arco del día, de la noche. Mientras ve como la luz reina engulle todo lo que se construyó pacientemente, hace desaparecer todas y cada una de las capas oscuras de tranquila calma.
Mientras deshace toda la magia de sosiego y oscuridad, de segura noche, se afianza lentamente mientras cobra fuerza opulentamente... y en su ambición sobre todo hace mover al mundo con el.
¿Que ha pasado con el?
Despues de todo lo que se, hacerse más fuerte o hacerse más débil solo sirve para detener secretos, para guardar en tí profundas reflexiones sin palabras que definen y sentencian tu posición contra ambos monarcas. Sin conocer tu insignificancia.
Gritando de dolor, fluyendo por las estrellas, rezando por conocer las razones... demostrando que puede flotar más lejos, que puede dignificar su sacrificio.
