jueves, 31 de enero de 2013

#5 Lo normal

No es que signifiques un orgasmo musical, una dulce gota de vino que reposa en tu paladar y resbala hacia tu garganta... Es que no eres capaz de entender ni comprender que no hay nada imposible y que tus condicionantes no los controlas tu.
El fetichismo de sus condiciones es clave. Es tan real como el alcohol que destila cada noche. Como que cada mes acaba meando sangre. Escaramuzas y revueltas estúpidas que no llevan a ningún lado y un cansancio permanente que dirige su vida hacia una derrota tras otra... Alcohol, mujeres, comida basura, dormir en la calle, fumar, esnifar... 
Cada uno disuelve su mierda con el líquido que quiere, pero cuanto más remueves la mierda, más sube el olor.

martes, 29 de enero de 2013

#4 Mentiras

Hoy, es tan sano el creer ser una persona única, que olvidas cuanto hay alrededor capaz de igualarte, superarte y copiarte. Es el sino de una relación sexual que no lleva a ninguna parte, os queréis en la cama, pero mientras salís fuera decidís que no es justo para nadie privar de tu maravilla al resto del mundo.
La egolatría es quizás, la herramienta y arma más poderosa en la que se sustenta la hipocresía y la auto aversión. Quizás no es culpa nuestra. Quizás aprendimos a excusarnos tan bien que ni siquiera nuestra propia mierda nos acaba afectando...
O simplemente es que somos unos gilipollas reprimidos que necesitan y buscan una aprobación tan falsa como nosotros al formularla: "¿Me quieres?"

domingo, 27 de enero de 2013

#3 Alcohol

El alcohol es la cura. Cura toda herida física, mental y te deshinibe de todo lo que antes considerabas demasiado vergonzoso.
La ventaja de estar más tiempo en la frontera entre la embriaguez y la sobriedad es la capacidad de restar importancia a todo lo que te preocupa... el olvidar es lo que cada uno anhela y la lobotomista marca de turno se encarga de dejarnos encintos con su variedad de realidades a imaginar...
A veces las mejores, las peores, las más divertidas, las más memorables... se toman en este estado, sin tener en cuenta plenamente tus deseos o tus creencias de lo que consideras bueno para ti... A veces la necesidad y la determinación es la ganadora en la carrera al "sentido común".
Quizás necesitaríamos todos estar un poco borrachos de vez en cuando para apreciar lo que necesitamos con mayor claridad... y con mejor disposición de llevarlo a cabo.
Al fin y al cabo, necesitamos ese húmedo sentimiento de valentía y victoria que nos embriaga cada vez...
El sudoroso sentimiento del corazón.

jueves, 24 de enero de 2013

#2 La noche de la pereza

Sujetos a una botella de agua pensamos que seguiremos atados cada noche a una mesilla, agarrados a una sonda de oscuro veneno. Del veneno del deseo y la vigilante inocencia de la autosuficiencia.
Aunque te agarres a semejante flujo de emociones, que continuamente se hinchan en su erección, mientras abres la boca para aprender de los demás, para aprender a tragar el veneno que rezuma... alimentando tus fantasías y confundiendo tus sueños húmedos con atisbos de realidad cinematográfica...
Mientras las imágenes de película porno circulan bajo tus retinas y engrandecen tus sueños, tu autoestima decrece buscando el compromiso de obtener algo que los demás crean que no son capaces de conseguir... Todos ellos sujetos al mismo sentimiento de inferioridad.
Supongo que no hace falta comparar pollas para ver que un error es un error, aunque la película sea mala.

miércoles, 23 de enero de 2013

#1 Volvamos a empezar

Mientras me entretengo con un artículo superfluo y breve, me gustaría imaginar que no soy el único de esta ciudad que necesita un poco de acción, un poco de tranquilidad y, después de todo, un ligero rastro del dulzón olor del sexo por la mañana. No os engaño, me gustaría saber lo que es vivir en un anónimo flujo de sensaciones aleatorias mientras pueda apretar una cerveza con la seguridad de que lo que venga no lo necesito pero lo tomaré igualmente.
En esta ciudad la vida ha caído en la monotonía y creo que ese aburrido ritmo está matando a todas las mujeres, echándolas a perder inevitablemente.
Ese sudor empalagoso y espeso que te sigue a todas partes después de una bonita y dura jornada de sexo... Es lo que se llamaría reconstituyente.

jueves, 17 de enero de 2013

Permitidme ser sincero


La vida no es justa. La sociedad no es justa. 
El ser humano es idiota, envidioso. Es rastrero, falso y mentiroso.
···



De un tiempo a esta parte, como individuo, me he ido forjando una serie de directrices, de máximas, de reglas, de normas, de leyes... que me han dejado claro y patente todas y cada una de las desgracias, penas y despropósitos de la sociedad, la gente, las personas, con las que acabamos conviviendo.
He ido constatando por mayoría, por lógica o incluso, porque no, imaginando la reacción basándome en el tipo de relación causa/consecuencia, además de la general personalidad de la gente que lo rodea.


En la distante hora en la que acabé por determinar mi profundo desprecio hacia la raza humana, sin duda alguna, es cuando descubres que da igual lo que hagas, da igual como lo hagas, da igual porque lo hagas... Y sobre todo, da igual dónde lo hagas, acabarás condenado o a un "ascenso lento y renqueante" o a un "estrellato" rápido y sustancial. Nadie nace sabiendo, pero está claro que cada uno aprovecha sus dotes personales por los que, unos más y otros menos, han decidido inclinar a su favor o en su contra.
No digo que sea delito usarlos, darles salida. Sólo opino que me parece un comportamiento algo triste el usar algo ajeno a tu objetivo como propósito para alcanzarlo.




Lo peor de todo esto es que cualquier penosa actividad humana que sea digna de mención, crítica, odio y ¿por qué no? desprecio absoluto, acabará tocándote en algún punto, porque, por mucho que tu no seas igual de patético que el resto de seres vivos que estás condenado a llamar tu especie, siempre hay algún eslabón en la cadena de personas que pretendes creer que conoces que es vaciado de todo respeto al caer en cualquiera de estas redes.


Sin duda alguna, como persona respetabas su amor propio, la capacidad de autosacrificio y orgullo, de cada una de las personas que te rodean, pero... 
¿Que pasa si una de esas personas es consumida por la codicia, por la vendita del alma, por caer en el lóbrego y siniestro pasillo que conduce hacia la autodestrucción, explotación y finalmente, su soñado objetivo?

¿Eres capaz de creer que no eres el único que pensó eso antes?


La primera sensación, sin duda, es ira. Después en la negación, que más tarde se convierte en depresión y seguidamente vuelve a transformarse en ira, en desprecio y en un poco de asco acabas comprendiendo que realmente no se salva nadie de ser lo que está, por lo visto marcado para cada tipo de personas en este mundo.

Venderte a ti mismo como si fueras un pescado. Usar una imagen, una lacra ajena para labrarte un, sin duda, apabullante, brillante y logrado lanzamiento me parece, cuanto menos, triste. Puedes tener un millón de ideas geniales, puedes tener la capacidad de llevarlo a cabo... por poder, puedes tener todo lo que te haga falta para hacerlo. 
Pero en el momento en el que prefieres vender tu alma, como una ramera cualquiera en una esquina, vendiendo su cuerpo a cambio de dinero... para acabar por la "vía rápida"... En ese momento, lo siento mucho pero te has convertido en la clase de persona que no merece la pena, ¡la dicha! de ser considerado una persona totalmente respetable.



Para mi, la esperanza que tengo puesta en esta sociedad de niñat@s, de put@s, de consentid@s, de aprovechad@s, de fals@s, de mentiros@s, de vendid@s, de tanta gente que pretende ser todo lo que no es, todo lo que preferiría ser, de una manera tan poco ortodoxa y pueril que merecerían la horca... para mi, todas esas personas, se han convertido en alguien al nivel de la más desdichada y repudiadada prole, rodeada de lepra, de muerte y mentira.

Rodeados de aquellos que ellos mismos son, de aquellos de quien por sí mismos critican, odian y burlan.










No sois más que el reflejo de lo que la falsedad ha hecho en vosotros. Aún quedamos algo así como pura sangre que preferimos el trabajo, la satisfacción personal, el ocio y disfrute por encima del éxito y fama, la realidad de ser simplemente nosotros, sin tener que falsear cada paso que damos para que, al resto del mundo no le descoloque y sigan lamiéndote el culo.


En este mundo sólo existen tres tipos de personas; Los Lameculos, Los Falsos y Los Salvados.
Ojala y en un naufragio accidentado caigan todos aquellos irreverentes sacrílegos aprovechados que dan forma y color a este mundo con sus mentiras.

viernes, 4 de enero de 2013

La evolución del paradigma histórico

Hay gente mediocre que cree tener el mundo bajo su poder... 

y hay gente que desperdicia cada segundo de su vida en corregirlos.